Estimados compañeros,

En los ya más de 40 años de existencia de Asecemp se han producido ausencias. La parca inexorable ha ido visitando a queridos compañeros que han cruzado la laguna Estigia sin otro equipaje que sus obras, su propia vida, y quiero creer que a ninguno les habrá faltado la necesaria moneda para el barquero.

Hace más de una década que descorrió el velo del misterio el que fuera primer presidente de Asecemp, José María de Miguel, a quien tanto debemos. Más recientemente hubimos de lamentar el fallecimiento de Bernardino Calvo, paradigma de la bonhomía y la vitalidad para mayor ironía.

Ahora nos deja Julio Cornejo Nuñez, un hombre bueno, leal, enamorado de su Ávila querida donde ha encontrado el descanso eterno. Julio ha sido vocal de la junta Directiva de Asecemp en diversas ocasiones y hasta la Asamblea del pasado mayo en Lanzarote a la que ya no pudo acudir, como tampoco al XII Congreso Recosevial, por el proceso degenerativo de su vista que le estaba dejando ciego. Ya no podía leer los mensajes de texto por lo que o bien hablábamos por teléfono o nos dejábamos mensajes de voz.

Desde Asecemp queremos trasladar a Mario y Beatriz, sus adorados hijos, nuestro pésame y ofrecerles el apoyo de nuestro afecto que no es sino devolver el apoyo que Julio nos brindó siempre, desde su disposición a colaborar en cuanto se emprendía, a mediar en las disputas, a ofrecerse en las necesidades. Preparando con Julio una necrológica a raíz del fallecimiento de otro querido compañero, Paco Santamarta, de Fuengirola, exponía Julio nuestra condición de mortales y perecederos. Él, como medico, bien lo sabía. Carpe diem, decía Julio y dimos en filosofar acerca de los afanes de cada día, del ocio y del no ocio, es decir, del negocio, al que tantos esfuerzos dedicamos.

Julio encontraba en el humor, en la ironía, en la distensión, los mejores argumentos para soportar la vida y el cariño, el afecto, la amistad, los mejores instrumentos para hacerla soportable para uno mismo y más agradable a los demás. En este aciago agosto de 2024 ha recibido Julio la visita de la parca inexorable y nos ha dejado a Mario y a Beatriz huérfanos y a sus compañeros de la directiva de Asecemp sin su apoyo y su alegría.

Siempre elegante, educado y discreto, observador alerta y agudo, oliendo a limpio, amante de los relojes, esos que inexorablemente tasan nuestros días. Así te recordaremos querido amigo. Con un humeante habano perfumando la escena, y tu voz de tenor, a punto del do final.

Atropos, la mayor de las tres Moiras, decidió y ejecutó.

D.E.P.